sábado, 11 de agosto de 2012


CICCONE: MUCHAS PREGUNTAS Y NINGUNA RESPUESTA

¿Por qué este gobierno durante los últimos años ha debilitado sistemáticamente las capacidades de la Casa de la Moneda para imprimir billetes, continuando con la terciarización en empresas amigas del poder iniciada durante los ’90, y debiendo recurrir incluso a la impresión en países vecinos como Brasil y Chile?

¿Por qué ahora se propone la expropiación cuando el pasado año la AFIP, que había solicitado la quiebra de la empresa por una deuda de 230 millones con el fisco, avaló el ingreso a la empresa de una sociedad radicada en paraísos fiscales y le otorgó una moratoria impositiva con llamativos privilegios?

¿Por qué si el Ministerio del Interior invirtió 1.300 millones de pesos en la altamente publicitada impresión de nuevos DNI y pasaportes no puede hacer las inversiones necesarias para la impresión de billetes en la Casa de la Moneda?

¿Por qué el apuro en sancionar una ley de expropiación en 15 días, sin la transparencia y la información necesarias, cuando en virtud del decreto que dispuso la intervención el Poder Ejecutivo ya tiene el control de la empresa por un plazo de 60 días?

¿Por qué se avanza con esta medida cuando la sociedad aún no conoce quiénes son los dueños de esta empresa y, por lo tanto, a quién se va a expropiar?

¿Por qué se expropia una empresa de la que no se conocen no sólo sus accionistas, sino sus activos y pasivos, y si el estado de las “modernas” máquinas de impresión a las que se hace tanta referencia desde el oficialismo es bueno, y éstas están libres de gravámenes o inhibiciones?

¿Con la expropiación de la ex Ciccone se busca realmente recuperar la soberanía monetaria, o en realidad se intenta transformar en abstracta una causa judicial que ya hizo renunciar al procurador general de la Nación, a un juez y a un fiscal federal?

¿No se profundiza de esta manera, la crisis de legitimidad de la sociedad hacia la dirigencia política y la sensación de impunidad, haciendo que una causa que involucra a funcionarios públicos    quede en la nada?

Cuando los argumentos no aparecen, la respuestas son mudas a preguntas que se agigantan