viernes, 17 de noviembre de 2017

LAS OFFSHORE DEL CONTRATO YPF-CHEVRON


En la cuestión de las offshore no hay grieta: el gobierno anterior firmó el Contrato YPF-Chevron estructurado en empresas offshore radicadas en paraísos fiscales, y el gobierno actual continúa —sin ninguna diferencia— con la misma práctica opaca.

El Contrato YPF-Chevron en realidad no lo firmaron estas dos empresas, tal como se diera a conocer en julio del 2013, sino entre YPF ShaleOilInvestiment I (subsidiaria offshore de YPF en el Estado de Delaware en los EEUU) y ChevronOverseasFinance I Limited (subsidiaria offshore de Chevron en Bermudas). Tampoco resultó una inversión directa de Chevron en Argentina como con bombos y platillos se anunció, sino un préstamo que la offshore de Chevron le hizo a la offshore de YPF.

El Contrato YPF-Chevron para explotar los yacimientos de gas y de petróleo de Vaca Muerta en la Provincia de Neuquén a través del método del fracking se estructura mediante una serie de empresas offshore: WoklerInvestment S.A. en Uruguay, YPF ShaleOil Holding LTD en Bermudas e YPF ShaleOilInvestment II LLC en Delaware, Estados Unidos, además de las mencionadas anteriormente.

El hecho de que esta explotación se realice de esta extraña manera nunca fue debidamente fundamentado. F. Obermaier y B. Obermayer en su riguroso trabajo de investigación publicado bajo el título “Panamá Papers” sostienen que “offshore no solo equivale a evasión de impuestos indeseados, también implica evasión de leyes, normas o deberes no deseados”.

En el abordaje del tema en nuestro país ante la aparición de empresas offshore pertenecientes a funcionarios y empresarios en los Panamá Papers y en los Paradise Papers—descripta por el brillante trabajo realizado por los y las periodistas argentinos pertenecientes al Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)— se escucha recurrentemente a quienes sostienen que tener una empresa offshore es algo legal, que no necesariamente es un ilícito recurrir a estos extraños mecanismos financieros para realizar una actividad económica.

Lo curioso en el caso en cuestión es que sea una empresa como YPF, que posee mayoría estatal y está sostenida por el esfuerzo de todos los argentinos, quien la realice. El 51% de la propiedad de YPF pertenece al Estado; sin embargo, es una sociedad anónima y el 49% restante tiene presencia de diferentes inversores privados, de los cuales la mayoría son fondos de inversión. Un dato saliente de estos fondos de inversión es que la mayoría de los mismos están radicados en paraísos fiscales. Incluso suman una cantidad exorbitante de estructuras offshore conformadas en dichos paraísos. Por ejemplo, Morgan Stanley cuenta con 735 estructuras offshore, LazardAsset con 91. Es decir, la utilización de empresas offshore radicadas en paraísos fiscales se manifiesta como una característica de YPF que parece responder más a las necesidades de los fondos de inversión que a una estrategia de desarrollo energético que favorezca a la Argentina. Cabe preguntarse entonces cuáles son los motivos por los que la principal empresa del país controlada por el Estado utilice estas prácticas y este modelo que tiene un papel preponderante en uno de los problemas más importantes de la economía argentina: la fuga de capitales y la elusión fiscal.

El ex Primer Ministro de Gran Bretaña James Gordon Brown dijo en conferencia de prensa días pasados que en la próxima reunión del G20 a realizarse próximamente en Buenos Aires le entregará una carta al presidente Mauricio Macri para terminar con los paraísos fiscales y las offshore en el mundo. “Hace ocho años—dice Gordon—, el G20 acordó que iba a terminar con estas prácticas. Te llamamos a que actúes inmediatamente a finalizar con los paraísos fiscales”.

Será interesante conocer la respuesta del presidente de nuestro país.