lunes, 21 de diciembre de 2015

Acerca de las medidas económicas de Macri: “EL DÍA QUE ALFONSO Y AXEL SE PARECIERON”

Jorge Luis Borges en “El otro” relata el increíble encuentro de él consigo mismo, pero mucho más joven: dice: “Estamos demasiado distintos  y demasiado parecidos…Soñé, ahora lo entiendo, la imposible fecha en el dólar”….


Dos medidas económicas resaltan entre otras pocas anunciadas hasta ahora por el Ministro Alfonso Prat Gay en los primeros días de gobierno de Mauricio Macri:

1) Eliminación del cepo cambiario y liberación del mercado, que significó una devaluación de la moneda del 40% aproximadamente.

2) Aumento de las tasas de interés al 38%.

Devaluar y subir las tasas de interés no es gratuito en términos de inflación ni de efectos recesivos, y es la misma medicina aplicada por el Ministro Axel Kicilloff del anterior gobierno a inicios del 2014.

Los aumentos de precios ya se produjeron de manera “preventiva”, se siguen produciendo fundamentalmente en la canasta básica de alimentos, medicamentos y se producirán en los combustibles,  con el resultado conocido que es el deterioro del ingreso real de los trabajadores, los jubilados y las pensionadas. 

Estamos en presencia de un clásico ajuste ortodoxo de la economía como lo enseña Milton Fridman.

Se estima que los índices de inflación de diciembre y enero serán del 5%; que sumados a los aumentos “preventivos” de noviembre; producirán la caída del salario real en el trimestre del 15%.

Resulta imprescindible que se trate de manera urgente el pedido de los sindicatos de un bono de fin de año que compense a todos los trabajadores e incluya a los jubilados y pensionadas.

Hasta ahora las medidas “express” son para los grupos concentrados, mientras que la reparación en los bolsillos de los trabajadores debe esperar.

Eso sí, como en el 2014, se plantea fuerte y decididamente tomar medidas para “regular la protesta social”.-

martes, 15 de diciembre de 2015

MACRI Y LAS DESIGNACIONES DE MINISTROS DE LA CORTE POR DECRETO

















Shakespeare escribió en 1602 una comedia basada en el cuento de Camerón de Boccaccio (1351) llamada “A buen fin no hay mal principio” y una de las sentencias principales de la obra es “no es el hecho, sino el modo de ser de la cosa, lo que constituye su valor”.

El Presidente Mauricio Macri al designar por decreto dos miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación empezó decididamente mal  su gobierno: evitar el Congreso de la Nación y la realización de Audiencias Públicas para nombrar dos ministros de la Corte es abiertamente inconstitucional, de una gravedad institucional sin antecedentes en la democracia argentina  y sienta un precedente peligrosísimo hacia el futuro.

El Presidente cuenta con distintas posibilidades apegadas todas a derecho y alejadas de una vocación cesarista para nombrar a los ministros de la Corte que son: convocar a sesiones extraordinarias si considera necesario completar ya los miembros faltantes de la Corte o la concurrencia de conjueces.

El atajo elegido es políticamente erróneo por ser contrario al diálogo y la concertación pregonado en toda la campaña electoral y porque inicia un camino de confrontación con el Congreso, que se sabe cómo se inicia y no cómo termina.

La sentencia de Shakespeare comprobada a través de la historia de la humanidad enseña que “buen fin no hay mal principio”, y el Presidente Mauricio Macri empezó decididamente mal.-

jueves, 13 de agosto de 2015

LAS AGUAS BAJAN TURBIAS: INUNDACIONES, HUMEDALES Y MERCADO.

Una vez más las inundaciones golpean a varias provincias del país, con el trágico corolario de miles de evacuados, anegamientos de localidades y rutas, y significativos daños materiales.
El cuantioso caudal de agua acumulada durante las precipitaciones de los últimos días, no sólo se ha visto potenciado por la falta de obras de infraestructura hídrica necesarias, sino también por las severas transformaciones en la Cuenca del Plata, la principal cuenca hídrica de la Argentina.
En particular, por la degradación y desaparición progresiva de los humedales, fundamentalmente debido al impacto de la desaparición de bosques nativos y el monocultivo y la voracidad de tierras que trae aparejado, y del gigantesco mercado inmobiliario generado por los countries y urbanizaciones privadas que se instalan a la vera del río alterando la morfología del suelo y el régimen de escurrimiento del mismo.
Ambas actividades lucrativas sin regulación alguna –entre muchas otras- han venido avanzando sistemáticamente sobre los humedales, zonas adyacentes o próximas a los cursos de agua, que deberían preservarse a fin de contener los potenciales desbordes de los ríos. Esto es lo que ha venido sucediendo desde hace dos décadas en la cuenca baja del río Luján, al igual que en el Delta y otros sistemas hídricos de la región.
Los humedales juegan indudablemente un papel fundamental en la regulación climática, el mantenimiento de las fuentes y caudales de agua, la regulación de inundaciones y sequías, la protección contra fenómenos naturales, la manutención de la calidad del agua, a través de la retención de sedimentos y nutrientes, y reserva de agua.
Por ello, son uno de los patrimonios naturales más importantes, pero también el más amenazado y depredado por el hombre y el mercado.
Frente a la clara ausencia del Estado en la regulación de estas actividades, seguimos insistiendo en la necesidad de avanzar en la sanción de una ley de presupuestos mínimos para la preservación y uso sostenible de este estratégico recurso natural que representan los humedales.
Un proyecto de ley de mi autoría (Exp. S-1628/13) ya fue aprobado en el Senado el 13 de noviembre de 2013. Aun espera ser tratado en la Cámara de Diputados.

domingo, 11 de enero de 2015

OPERATIVO ROSARIO: ¿OBJETIVOS CUMPLIDOS?

El 9 de abril del año pasado, el Secretario de Seguridad Sergio Berni encabezaba un cinematográfico megaoperativo contra el narcotráfico en Rosario: 3 mil efectivos de Gendarmería Nacional, Prefectura Naval, Policía de Seguridad Aeroportuaria y Policía Federal efectuaban 92 allanamientos simultáneos, destruyendo decenas de búnkeres de venta de drogas y deteniendo y poniendo a disposición de la justicia federal a 24 personas.

Un exultante Berni –acompañado por el gobernador de la provincia como espectador privilegiado- declaraba por entonces ante la prensa que tras el megaoperativo a su cargo, 2 mil efectivos de fuerzas federales se quedarían en la ciudad, permaneciendo en el territorio recuperado “el tiempo que sea necesario para evitar que estas bandas narcos puedan reconstituirse”.

A pocos días del comienzo del presente año, y al cumplirse 9 meses del comienzo del denominado “Operativo Rosario”, el Secretario de Seguridad de la Nación anunció el retiro de los últimos efectivos de las cuatro fuerzas federales que actuaron en el marco de dicho operativo, que el funcionario nacional calificó como “exitoso”, expresando como un gran sofista “en Rosario el problema principal no es el narcotráfico sino la violencia del delito”.

Si bien es cierto que la presencia de las fuerzas federales tuvo un efecto pacificador en el corto plazo, los graves problemas de inseguridad y altos índices de delitos violentos que padece la provincia permanecen incólumes. El narcotráfico está lejos de ser un fenómeno criminal bajo control, y el 2014 se cerró en Rosario con un índice de 23 homicidios cada 100 mil habitantes, cifra que cuadruplica la media nacional.

Entendemos por ello que el mantenimiento del despliegue de las fuerzas de seguridad federales en nuestra ciudad es imprescindible para la lucha contra el delito y la criminalidad organizada.

De esta forma, es necesario que el Ministerio de Seguridad de la Nación revea el repliegue de la Gendarmería. Si bien es cierto que se ha anunciado la permanencia de unos 600 efectivos abocados a tareas de inteligencia criminal, la magnitud del fenómeno del narcotráfico, la estratégica ubicación de la ciudad respecto a las principales rutas del tráfico de drogas (rutas nacionales 11 y 34, puertos del Paraná, etc.), y la persistencia de elevados índices de homicidios y delitos violentos tornan imprescindible la presencia permanente de las fuerzas federales.

Sin dudas, la articulación y coordinación entre los tres niveles del Estado–Nación, provincias y municipios- y los tres poderes del Estado –Ejecutivo, Legislativo y Judicial- es fundamental para ganarle el delito en todas sus manifestaciones, y así lo expresa crudamente la realidad de los últimos tiempos.