El gobierno anunció que
la aprobación del Código Civil se pasa al 2014, abriendo así un increíble
interrogante.
El tratamiento de un
nuevo Código Civil y Comercial arrancó con un amplio consenso, una Comisión
Redactora integrada por más de 100 juristas encabezada por miembros de la
Corte, audiencias públicas que se realizaron en todo el país con participación
de organizaciones sociales y políticas, y la voluntad que este año, después de
más de 100 años de vigencia del Código de Vélez, Argentina tuviera un nuevo
Código.
Primero el kircknerismo
paralizó el proceso, luego que la Corte declarara inconstitucional la ley del
Consejo de la Magistratura, y lo activó de golpe con posterioridad a la
constitucionalidad de la ley de medios. Ahora, otra vez unilateral y discrecionalmente, posterga su tratamiento
hasta el año que viene.
En el andar, el
kircknerismo realizó 170 modificaciones al proyecto original deformando su
esencia, quitando cuestiones esenciales como:
1-
El derecho al acceso al agua potable
como derecho humano, en beneficio de las empresas mineras.
2-
El carácter social de la propiedad como lo
establece nuestra Constitución Nacional.
3-
La propiedad comunitaria de la tierra de
los pueblos originarios.
4-
La responsabilidad civil del Estado y de
los funcionarios públicos en detrimento de la protección de los derechos de los
ciudadanos.
5-
La determinación de mediación y
arbitraje que afecta la soberanía, favoreciendo así a Chevron.
6-
La posibilidad de legislar sobre fertilización asistida que afecta a muchísimas
familias.
Las
mutilaciones realizadas son graves e inaceptables, la metodología de idas y
vueltas es una falta de respeto a todos
quienes participaron del proceso.
El Gobierno sigue transitando una
Argentina sin Código.