Sofisma según la Real Academia Española es un argumento aparente con que se quiere defender que lo falso es verdadero.
La Presidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner hizo referencia recientemente y en dos oportunidades a los montos transferidos a la provincia de Santa Fe en concepto de coparticipación, resaltando que “los mismos se encuentran en su máximo valor histórico”.
Las dos oportunidades que utilizó, una en su discurso en la presentación de un plan de viviendas en Rosario y la otra en el discurso de apertura de las sesiones del período legislativo del Parlamento Nacional, obviamente, no pudieron tener una respuesta inmediata por las circunstancias en que se realizaron.
Es verdad lo dicho por la Presidenta de la Nación que la coparticipación a la provincia de Santa Fe en el año 2008 ascendió a $4.398 millones, cifras que efectivamente en valores nominales son las más altas alcanzadas. Pero la Presidenta omite decir, al hacer mención de cifras nominales de transferencia que, como lo ha experimentado la mayoría de las variables económicas en los últimos tiempos, las mismas han aumentado producto del crecimiento económico y del proceso inflacionario. Podría con el mismo criterio presidencial decirse que un jubilado que cobra $690 está en su “máximo valor histórico”, pero es obvio que estas afirmaciones carecen de sustento en sí mismas si no se referencian en cuánto le cuesta vivir dignamente a un jubilado o cuánto le cuesta a la provincia llevar adelante las funciones mínimas de salud, educación, justicia, seguridad y acción social entre otras.
Desde otra perspectiva existen sin embargo, diversos indicadores que nos señalan que la participación de las provincias ha decrecido en el total de los recursos y particularmente para Santa Fe existe una injustificable desproporción entre el aporte que realiza su economía a las arcas nacionales, las necesidades insatisfechas de nuestra población y los montos que recibe por transferencia por todo concepto.
En numerosas oportunidades se ha planteado el problema de la centralización de los recursos y el incumplimiento del artículo 7 de la Ley de coparticipación que establece un piso de garantía al determinar que “El monto a distribuir a las provincias, no podrá ser inferior al treinta y cuatro por ciento (34%) de la recaudación de los recursos tributarios nacionales de la Administración central, tengan o no el carácter distribuible por esta ley”.
Así vemos que durante el año 2008 el total recaudado por la Nación ascendió a $269.375 millones(incluye impuestos y contribuciones a la seguridad social), mientras que lo transferido a las provincias en concepto de coparticipación sumó $68.809 millones, es decir un 25,54%. En pesos la diferencia de menor coparticipación respecto a la garantía establecida es de $22.778 millones. Si tomamos los últimos 6 años (2003/2008), la diferencia acumulada por menor coparticipación al conjunto de las provincias es de $83.548 millones.
Otro dato revelador de esta centralización es que mientras el total de los recursos nacionales se incrementó en el año un 34,8%, la coparticipación a las provincias sólo lo hizo en un 25,8%.
Para la provincia de Santa Fe, de regir el piso de la garantía de coparticipación le hubiesen correspondido durante el año 2008 una coparticipación de $8.206 millones. Esta cifra es si consideramos que para el cálculo de la garantía coparticipable deben incluirse los recursos de la seguridad social, postura que sostenemos ya que la ley se refiere a la totalidad de los recursos. Sin embargo si no consideramos esos recursos (que en el año ascendieron a $51.143 millones , la coparticipación a Santa Fe debería haber ascendido a $6.600 millones, es decir $2.300 millones más que los que se le han girado.
Otro aspecto a considerar es el aporte que realiza la economía santafesina en el total de los ingresos públicos nacionales. Particularmente nuestra provincia sufre un hecho que necesariamente debe ser contemplada en la discusión de la distribución de recursos en un marco de solidaridad y aporte al equilibrio regional. Un aspecto principal del fortalecimiento de las finanzas nacionales lo constituyen las retenciones a las exportaciones. Durante el año 2008, por los derechos de exportación se recaudaron $36.055 millones. Conforme a los datos estadísticos de la AFIP, del total de retenciones corresponden a exportaciones de productos primarios y manufacturas de origen agroindustrial el 63% de las mismas. De dichas exportaciones, fundamentalmente merced al aporte de los complejos oleaginoso y cerealero, nuestra provincia tiene una participación del 35%, por lo cual la economía santafesina aporta una porción importante del monto recaudado en concepto de retenciones estimado en $7.950 millones para el año 2008. Debemos tener presente que, a diferencia de las provincias petroleras, no recibe regalías por dicha producción.
Si bien por disposición constitucional los recursos aduaneros corresponden exclusivamente a la Nación, y el gobierno nacional argumenta que son destinados a las provincias de manera indirecta a través del financiamiento de políticas sociales, es preciso entablar un debate acerca del mismo, y sin duda se requiere una mayor participación de la provincia en la definición del destino de dichos recursos.
Más allá de las retenciones, del resto de los impuestos dentro de nuestra provincia se recauda el 4,9% del total y de la seguridad social se recauda un 6,4%. Es decir que nuestra economía provincial aporta al fisco nacional los siguientes montos: Impuestos Nacionales: 8.926 millones; Seguridad Social: 3.913 millones; Retenciones: 7.950 millones
Sumados el aporte de nuestra economía a la recaudación total nacional es de $20.789 millones. De todo lo aportado, vemos que en concepto de recaudación, sólo se le devuelve a nuestra provincia un 21,11%. Es decir de cada cien pesos que enviamos, retornan sólo veinte.
Los datos nos demuestran la injusta distribución de recursos que sufre nuestra provincia.
Es necesario discutir un nuevo esquema de coparticipación bajo las pautas establecidas en nuestra constitución de automaticidad en la remisión de fondos, objetividad en los criterios de reparto, equidad, solidaridad y prioridad en el logro de un grado equivalente de desarrollo, calidad de vida e igualdad de oportunidades en todo el territorio nacional. Estos criterios actualmente no se cumplen. Más allá de esta discusión, cumplir con la garantía legal del 34% es posible implementarlo en forma inmediata y significaría un sustancial avance en el fortalecimiento del federalismo fiscal. Es correcto entonces, ante la negativa del gobierno nacional, recurrir a la justicia para reparar esta situación.
En la Grecia antigua los sofistas eran un grupo de intelectuales que poseían una gran dote de retórica y dialéctica. Entre sus sentencias se encuentra aquella que cada individuo percibe al mundo a su modo y conveniencia. Quizás por ello el movimiento sofista degeneró convirtiéndose en un medio lucrativo: manipular a la sociedad con argumentos relativos y hasta con falsas nociones sólo para obtener alguna utilidad material.
Quizás, sin reconocerse en otros tiempos, en la política argentina suele recurrirse con frecuencia a sofismas, que la sapiencia popular suele descubrir con relativa facilidad.
lunes, 9 de marzo de 2009
lunes, 12 de enero de 2009
La Guerra en Medio Oriente
ALTO EL HORROR
El viejo conflicto en Medio Oriente lleva más de sesenta años y la necesidad sigue siendo la misma: el logro de la paz.
El actual presidente de Israel Shimón Peres solía relatar un proverbio árabe: “¿cuál es la diferencia entre la guerra y la paz? – le preguntó un anciano a un joven y él mismo respondió, la diferencia es que en la paz los hijos entierran a los padres y en la guerra los padres entierran a los hijos”.
La resultante de la ofensiva del ejército israelí arroja más de novecientos muertos, más de un tercio son niños, trece israelí entre ellos diez soldados también han muerto. Seguramente con las horas y los días este horror se profundizará y al leer estas líneas las cifras variaran dramáticamente.
En la Franja de Gaza habitan más de un millón y medio de personas en condiciones sanitarias terribles: sin alimentos ni medicamentos, el medio de transporte más habitual son carretas tiradas por burros.
Aún no hemos salido de la barbarie. Nos hemos acostumbrados a ver violar la legalidad internacional, las leyes más elementales de la guerra, el simple principio de humanidad.
Dice Eduardo Galeano “somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak (50.000 civiles muertos) y las invasiones de Gaza y El Líbano son incubadoras de odio que fabrican fanáticos en serie?”. Niños palestinos se convierten en terroristas que se hacen saltar por los aires asesinando a civiles israelíes.
Hezbollá no existía cuando Israel arrasó El Líbano. Se práctica el terrorismo porque se tiene derecho a defenderse del terrorismo. Creer que el fin justifica cualquier medio además de inmoral, demostró en éste y otros conflictos que lleva a un callejón sin salida.
Hay que detener el fuego ya y trabajar para revertir el desastre humanitario.El conflicto palestino-israelí debe plantearse sobre la base del reconocimiento de los dos Estados: Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro, en paz y con límites seguros.
Los temas esenciales del conflicto: Jerusalén, refugiados, fronteras, seguridad, asentamientos, recursos hídricos y desarrollo económico deben abordarse respetando la rigurosa aplicación de las Resoluciones de Naciones Unidas 1559, 1595, 1701, 1757 y 1860 retomando el proceso de paz iniciado en los acuerdos de Oslo.
El ruido de las bombas y la muerte deben dejar paso al diálogo y la negociación, de lo contrario la sentencia de Hannah Arendt en tiempos del nazismo y la Segunda Guerra Mundial serán realidad: “Si es verdad que la política es algo necesario para la subsistencia de la humanidad, entonces de hecho ha comenzado a autoliquidarse”.
El viejo conflicto en Medio Oriente lleva más de sesenta años y la necesidad sigue siendo la misma: el logro de la paz.
El actual presidente de Israel Shimón Peres solía relatar un proverbio árabe: “¿cuál es la diferencia entre la guerra y la paz? – le preguntó un anciano a un joven y él mismo respondió, la diferencia es que en la paz los hijos entierran a los padres y en la guerra los padres entierran a los hijos”.
La resultante de la ofensiva del ejército israelí arroja más de novecientos muertos, más de un tercio son niños, trece israelí entre ellos diez soldados también han muerto. Seguramente con las horas y los días este horror se profundizará y al leer estas líneas las cifras variaran dramáticamente.
En la Franja de Gaza habitan más de un millón y medio de personas en condiciones sanitarias terribles: sin alimentos ni medicamentos, el medio de transporte más habitual son carretas tiradas por burros.
Aún no hemos salido de la barbarie. Nos hemos acostumbrados a ver violar la legalidad internacional, las leyes más elementales de la guerra, el simple principio de humanidad.
Dice Eduardo Galeano “somos la única especie animal especializada en el exterminio mutuo. ¿No es evidente que las guerras de Afganistán y de Irak (50.000 civiles muertos) y las invasiones de Gaza y El Líbano son incubadoras de odio que fabrican fanáticos en serie?”. Niños palestinos se convierten en terroristas que se hacen saltar por los aires asesinando a civiles israelíes.
Hezbollá no existía cuando Israel arrasó El Líbano. Se práctica el terrorismo porque se tiene derecho a defenderse del terrorismo. Creer que el fin justifica cualquier medio además de inmoral, demostró en éste y otros conflictos que lleva a un callejón sin salida.
Hay que detener el fuego ya y trabajar para revertir el desastre humanitario.El conflicto palestino-israelí debe plantearse sobre la base del reconocimiento de los dos Estados: Israel y Palestina, viviendo uno al lado del otro, en paz y con límites seguros.
Los temas esenciales del conflicto: Jerusalén, refugiados, fronteras, seguridad, asentamientos, recursos hídricos y desarrollo económico deben abordarse respetando la rigurosa aplicación de las Resoluciones de Naciones Unidas 1559, 1595, 1701, 1757 y 1860 retomando el proceso de paz iniciado en los acuerdos de Oslo.
El ruido de las bombas y la muerte deben dejar paso al diálogo y la negociación, de lo contrario la sentencia de Hannah Arendt en tiempos del nazismo y la Segunda Guerra Mundial serán realidad: “Si es verdad que la política es algo necesario para la subsistencia de la humanidad, entonces de hecho ha comenzado a autoliquidarse”.
domingo, 28 de diciembre de 2008
Acerca del blanqueo de capitales
POLÍTICA, JUEGO Y NEGOCIOS
Julián Martel en su novela “La Bolsa” describió a fines del siglo XIX las vinculaciones entre el juego, la política y las finanzas. Eran épocas de enriquecimiento fácil y rápido para quienes estaban alrededor del poder y de vida miserable para los sectores populares. El crack bursátil, la crisis económica y la decadencia del establishment , abrió paso a revueltas populares que tuvieron su síntesis en la Revolución del Parque.
Juan Balestra en su inventario “El Noventa” escribirá: “Ni las ciudades ni los campos, ni las entrañas de la tierra o de las montañas, las artes y las ciencias dejan de ser materia de sociedades anónimas, cuyas acciones se precipitan en la vorágine de la bolsa”.
En su magistral biografía de Juan B. Justo, Dardo Cúneo describirá aquellos años: “Una de las formas decisivas que asumen la colonización capitalista es la especulación desenfrenada. Los capitales son consagrados a la especulación, no se radica en empresas de producción, describen por el contrario la rápida pirueta del juego..” Por el puerto llegan los hombres nuevos… En la ciudad está surgiendo un clamor. Se define contra el unicato que el Presidente de la República ejerce…. Aristóbulo del Valle lo denunció desde su banca en el Senado: “Porque el Presidente de la República interviene personal, individualmente y fuera de la Constitución, en todos los actos de la vida política argentina, porque al Presidente de la República se le consulta para nombrar gobernadores y diputados y el Presidente dice si son o no de su simpatía; porque si se presenta un conflicto como el de Mendoza, la provincia cambia cuatro candidaturas para gobernador, con la anuencia y la consulta previa, por cuatro veces repetida, al Presidente de la República, porque si se trata de elegir un gobernador en Santa Fe, Santiago, Entre Ríos, Catamarca o cualquiera otra provincia argentina, incluso quizás la de Buenos Aires, también se le consulta al Presidente de la República y el Presidente de la República interviene en todas partes en esta forma familiar, incostitucional y violatoria de todos los principios y que suprime totalmente la vida federal”.
Entrando al siglo XX, en aquella Argentina en crisis, la movilización social abrirá el cauce en 1916 al primer gobierno en la historia electo por la voluntad popular.
La historia nunca se repite, sí deja muchas enseñanzas, la primera es que veinticinco años de democracia continuada indican un camino del nunca más a las horribles dictaduras militares que produjeron tanto dolor a millones de argentinas y argentinos y el despojo de nuestras riquezas.
Ezequiel Martínez Estrada quien se definía a sí mismo como “un puritano en el burdel” escribió "Radiografía de la Pampa" luego del golpe de Estado de 1930. Su imagen de puritano la daba al enterarse que el guardaespaldas del Presidente era a la vez levantador de juego. A partir de aquel golpe, el fraude patriótico,los prostíbulos y las mesas de juego que eran la expresión del burdel nacional, amplificaban su significado. En el Senado de la Nación en julio de 1935 un ex comisario, Ramón Valdés Cora, asesinaba a Enzo Bordabehere queriendo matar a quien denunciara el negociado de las carnes con Gran Bretaña, Lisandro de la Torre.
La rueda gobiernos democráticos-golpes de estado se sucedieron a partir de 1930, en 1955, en 1966 y 1976 demostrando siempre, que cada dictadura fué profundizando con respecto a la anterior en represión a los sectores populares y expoliación a los trabajadores y la riqueza nacional.
El país vive una larga transición democrática que terminará el día que asumamos vivir en un país normal. Ese camino debe recorrerse con transparencia y decencia en el manejo de lo público, con creciente participación ciudadana y con avances concretos y cotidianos en la justicia social.
Días pasado el Congreso transformó en ley el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo que abre las puertas al blanqueo del lavado de dinero.
Hoy vivimos los tiempos de la globalización donde el tráfico de personas, de armas y de drogas son los delitos más deleznablemente rentables.
Abrir la puerta al blanqueo de capitales sin preguntar de dónde ni de quién vienen es abrir una puerta muy peligrosa, en una realidad donde el juego, la droga y la especulación financiera son moneda corriente.
Política y negocios son dos cuestiones diferentes, confundidas una con otras producen enriquecimiento rápido para algunos empresarios de una parte y para funcionarios públicos de la otra, nunca el bienestar para la sociedad.
La muestra palpable que las políticas neoliberales sólo produjeron mayores desigualdades y mayor miseria a los sectores populares abre una etapa de la necesaria presencia del Estado como regulador del mercado y generador de equilibrio distributivo. Algunos desde el Estado en la búsqueda de mayor acumulación del poder, no sólo borran fronteras con el mercado sino que ingresan en su dinámica y en su lógica: No existe diferencia entre la “caja neoliberal” o la “caja revolucionaria”, cuando los dineros públicos son destinados a otros fines no tiene otro nombre posible: es corrupción. La falta de transparencia aleja a la sociedad del Estado y de la política. La transparencia y la ética en la función pública es el prerrequisito para posibilitar la verdadera palanca de cambio posible en democracia: la participación ciudadana.
Lamentablemente el blanqueo de capitales avanza en la dirección contraria.
Julián Martel en su novela “La Bolsa” describió a fines del siglo XIX las vinculaciones entre el juego, la política y las finanzas. Eran épocas de enriquecimiento fácil y rápido para quienes estaban alrededor del poder y de vida miserable para los sectores populares. El crack bursátil, la crisis económica y la decadencia del establishment , abrió paso a revueltas populares que tuvieron su síntesis en la Revolución del Parque.
Juan Balestra en su inventario “El Noventa” escribirá: “Ni las ciudades ni los campos, ni las entrañas de la tierra o de las montañas, las artes y las ciencias dejan de ser materia de sociedades anónimas, cuyas acciones se precipitan en la vorágine de la bolsa”.
En su magistral biografía de Juan B. Justo, Dardo Cúneo describirá aquellos años: “Una de las formas decisivas que asumen la colonización capitalista es la especulación desenfrenada. Los capitales son consagrados a la especulación, no se radica en empresas de producción, describen por el contrario la rápida pirueta del juego..” Por el puerto llegan los hombres nuevos… En la ciudad está surgiendo un clamor. Se define contra el unicato que el Presidente de la República ejerce…. Aristóbulo del Valle lo denunció desde su banca en el Senado: “Porque el Presidente de la República interviene personal, individualmente y fuera de la Constitución, en todos los actos de la vida política argentina, porque al Presidente de la República se le consulta para nombrar gobernadores y diputados y el Presidente dice si son o no de su simpatía; porque si se presenta un conflicto como el de Mendoza, la provincia cambia cuatro candidaturas para gobernador, con la anuencia y la consulta previa, por cuatro veces repetida, al Presidente de la República, porque si se trata de elegir un gobernador en Santa Fe, Santiago, Entre Ríos, Catamarca o cualquiera otra provincia argentina, incluso quizás la de Buenos Aires, también se le consulta al Presidente de la República y el Presidente de la República interviene en todas partes en esta forma familiar, incostitucional y violatoria de todos los principios y que suprime totalmente la vida federal”.
Entrando al siglo XX, en aquella Argentina en crisis, la movilización social abrirá el cauce en 1916 al primer gobierno en la historia electo por la voluntad popular.
La historia nunca se repite, sí deja muchas enseñanzas, la primera es que veinticinco años de democracia continuada indican un camino del nunca más a las horribles dictaduras militares que produjeron tanto dolor a millones de argentinas y argentinos y el despojo de nuestras riquezas.
Ezequiel Martínez Estrada quien se definía a sí mismo como “un puritano en el burdel” escribió "Radiografía de la Pampa" luego del golpe de Estado de 1930. Su imagen de puritano la daba al enterarse que el guardaespaldas del Presidente era a la vez levantador de juego. A partir de aquel golpe, el fraude patriótico,los prostíbulos y las mesas de juego que eran la expresión del burdel nacional, amplificaban su significado. En el Senado de la Nación en julio de 1935 un ex comisario, Ramón Valdés Cora, asesinaba a Enzo Bordabehere queriendo matar a quien denunciara el negociado de las carnes con Gran Bretaña, Lisandro de la Torre.
La rueda gobiernos democráticos-golpes de estado se sucedieron a partir de 1930, en 1955, en 1966 y 1976 demostrando siempre, que cada dictadura fué profundizando con respecto a la anterior en represión a los sectores populares y expoliación a los trabajadores y la riqueza nacional.
El país vive una larga transición democrática que terminará el día que asumamos vivir en un país normal. Ese camino debe recorrerse con transparencia y decencia en el manejo de lo público, con creciente participación ciudadana y con avances concretos y cotidianos en la justicia social.
Días pasado el Congreso transformó en ley el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo que abre las puertas al blanqueo del lavado de dinero.
Hoy vivimos los tiempos de la globalización donde el tráfico de personas, de armas y de drogas son los delitos más deleznablemente rentables.
Abrir la puerta al blanqueo de capitales sin preguntar de dónde ni de quién vienen es abrir una puerta muy peligrosa, en una realidad donde el juego, la droga y la especulación financiera son moneda corriente.
Política y negocios son dos cuestiones diferentes, confundidas una con otras producen enriquecimiento rápido para algunos empresarios de una parte y para funcionarios públicos de la otra, nunca el bienestar para la sociedad.
La muestra palpable que las políticas neoliberales sólo produjeron mayores desigualdades y mayor miseria a los sectores populares abre una etapa de la necesaria presencia del Estado como regulador del mercado y generador de equilibrio distributivo. Algunos desde el Estado en la búsqueda de mayor acumulación del poder, no sólo borran fronteras con el mercado sino que ingresan en su dinámica y en su lógica: No existe diferencia entre la “caja neoliberal” o la “caja revolucionaria”, cuando los dineros públicos son destinados a otros fines no tiene otro nombre posible: es corrupción. La falta de transparencia aleja a la sociedad del Estado y de la política. La transparencia y la ética en la función pública es el prerrequisito para posibilitar la verdadera palanca de cambio posible en democracia: la participación ciudadana.
Lamentablemente el blanqueo de capitales avanza en la dirección contraria.
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