domingo, 25 de julio de 2010

EL SOFISMA POLITICO

En el “Tratado de los sofismas políticos”, Jeremías Bentham en el siglo XIX desarrollaba los alcances de este arma tan asiduamente usada a lo largo de la historia en las cuestiones de los gobiernos y de la política. (Tan es así que en este mismo espacio ya nos hemos referido a esta temática, ver: “El sofisma de Cristina” 9-3-09)

“El sofisma es un argumento falso revestido de una forma más o menos capciosa. Entre error y sofisma hay una diferencia fácil de captar. Error designa simplemente una opinión falsa; sofisma designa también una opinión falsa, pero de la que se hace un medio para tal fin”.

Quizás quienes nos gobiernan hoy, no hayan leído a este filósofo pero más de dos siglos después lo interpretan excelentemente. Veamos: “si se le aumenta a los jubilados como propone la oposición, el país quiebra” dicen a coro y a diario desde el gobierno nacional.

Sacar a los jubilados de la pobreza llevando el haber mínimo al 82% del salario mínimo, vital, y móvil de los trabajadores en actividad significa una erogación de 22.000 millones de pesos al año, monto similar que se gasta anualmente en subsidios a los sectores pudientes para el gas y la electricidad; 22.000 millones de pesos es la mitad de lo que se le pago al FMI con reservas y, representa una cifra menor a lo que se le pagará al Club de París como lo dicen las últimas informaciones oficiales.

Decir entonces que “el país quebrara por aumentar a los jubilados” es usar un sofisma.

“Cada sofisma –enseña Bentham- tiene un carácter en particular, pero todos ellos tienen un carácter en común: el ser extraños a la cuestión. La cuestión en una asamblea política debe ser siempre ésta ¿Es buena o mala la medida propuesta?. Se trata de calcular sus efectos, de comparar los bienes y los males que pueda producir; tantos bienes, tantos argumentos a favor suyo, tantos males, tantos argumentos en su contra. El sofisma alega en pro o en contra de una ley una cosa completamente distinta a la consideración de sus efectos; tiende a desviar el espíritu de este punto de vista sustituyéndolo por cualquier otro, y a juzgar la cuestión sin consideración a su merito intrínseco”.
Todo lo anterior es así cuando el gobierno para descalificar la propuesta de aumento a los jubilados dice “quienes proponen aplicar el 82% a los jubilados son los mismos que cuando gobernaron le rebajaron el 13% de sus haberes”.

Una cuestión fundamental como es sacar a los jubilados de la pobreza debería detraerse de la puja política superficial entre oficialismo y oposición y buscar un camino de acuerdo que se concrete como política de estado, porque sino: “el sofisma produce un mal general. Por mal general entiendo esta degradación moral o intelectual que produce la costumbre de razonar sobre falsos principios, o de jugar con la verdad misma, pervirtiendo la más noble facultad del hombre”.(Tratado de los sofismas políticos de Jeremías Bentham)

lunes, 5 de julio de 2010

ANSES RICA, JUBILADOS POBRES

Cuando presentamos el proyecto de ley hace mucho tiempo para elevar la jubilación al 82% del mínimo vital y móvil y aplicar una escala de recomposición de las demás jubilaciones y pensiones de acuerdo al fallo de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Caso Badaro I y II, sabíamos que más temprano que tarde este tema iba a cobrar una importante repercusión nacional.


De los cinco millones y medio de jubilados, el 75% cobra la jubilación mínima que es $895, por lo tanto son pobres. Basta pensar que una canasta básica de alimentos está por encima de los$2000. Del otro lado, la ANSES tiene casi $170000 millones del Fondo de Garantia de Sustentabilidad, $45000 millones de superavit, $17000 millones de ganancia por los intereses de las letras del tesoro . Podriamos seguir explicando porque decimos una ANSES RICA Y JUBILADOS POBRES, pero los números hablan por sí mismos.



¿Por qué entonces el gobierno nacional se niega a reconocer un derecho constitucional, un hecho de estricta justicia y elige el camino de descalificación de una medida correcta, desmereciendo de esa manera a todos los jubilados y sus familias?.


Son dos motivos evidentes: el primero es que estas transferencias automáticas a los jubilados le reducirá la disponibilidad de una caja gigantesca que usa, como tantas otras, con discrecionalidad para disciplinar gobernadores, intendentes y legisladores. El segundo motivo es más increíblemente estúpido pero real en la argentina actual: la propuesta de recomponer los haberes de los jubilados no ha sido iniciativa del gobierno sino de la oposición.



Esperamos entonces, que tal como pasó con la asignacion universal por hijo, el gobierno nacional después de rechazar durante mucho tiempo la medida planteando que era impracticable, que no habia fondos suficientes, que quienes la proponíamos eramos demagogos, vuelva sobre sus pasos y termine con una situación injusta, inconstitucional y absurda: una ANSES RICA Y JUBILADOS POBRES.



El problema con el que hoy se encuentra el gobierno nacional es que si no resuelve el tema como acostumbra: rápido y por decreto, lo resolverá en poco tiempo el Parlamento. Corresponde que así sea, que se sancione una ley que convierta en politica de estado no jugar con la vida de nuestros jubilados.